Monestir de Sant Sebastià del Sull

El año 939, en el espacio de la iglesia de Sant Sebastià del Sull había una pequeña comunidad monástica masculina formada por seis monjes y otras personas que residían. Durante el siglo X los condes de Cerdanya empezaron a hacer donaciones al monasterio pero a mediados del siglo XI ya no quedaban monjes. Se trata de una iglesia que data de los siglos IX-X y que destacaba por una planta redonda de siete metros y medio de diámetro interior y por unas paredes de 1'40 metros de espesor. La cubierta de falsa bóveda se hundió seguramente porque los fundamentos de la planta de la iglesia no eran suficientemente resistentes. En el interior, un banco que probablemente era el único asiento, rodeaba el ábside y la rotonda. Aunque el cementerio se encontraba fuera de los muros, se encontraron enterramientos de niños y de un adulto viejo en el interior de la rotonda. Esta iglesia posiblemente sirvió de modelo de otros templos de planta redonda construidas durante el siglo XI a lo largo del Llobregat.

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