Pedalear por el Berguedà es un juego con infinitas posibilidades que van más allá del terreno de montaña. Porqué, sí, és cierto, en el  Berguedà hay mucha montaña pero también rutas asequibles con poco desnivel y incluso itinerarios para famílias. Hay vias verdes donde aprender a pedalear, rincones inexplorados, grandes puertos, senderos llenos de flow y joyas paisatgísticas. Sobretodo, la tranquilidad del entorno natural del Berguedà que ofrece al ciclista el bien más preciado cuando se sale a pedalear: la seguridad.

Y es que todos los días recorren el Berguedà ciclistas locales pero también llegados de otras zonas buscando un escenario ideal. Las carreteras son tranquilas, casi desiertas de tráfico motorizado y con un asfalto de buena calidad. Los más exigentes tienen a su alcance una veintena de puertos de montaña, que van desde cotas cortas y duras, pasando por subidas largas y sostenidas, y hasta puertos de categoría especial como Pradell, Rasos de Peguera, Coll de Pal y La Creueta. Las rutas, muchas de ellas circulares, cruzan por diferentes pueblos donde poderse avituallar.

Pero sin duda, en el Berguedà también hay espacio para modalidades más modernas como el gravel, con infinidad de pistas rurales, más suaves en el sur de la comarca y más exigentes en el norte. Las diferentes sierras, como el Catllaràs, ofrecen senderos donde disfrutar de un enduro de mucha calidad, y los diferentes clubes ciclistas de la comarca han trabajado para abrir nuevas rutas de BTT que se han mantenido a lo largo de los años.

El espacio ciclista del Berguedà se refleja en un gran abanico desplegado. Y es que también se pueden completar grandes rutas de bikepacking en diferentes etapas o, por el contrario, pasar el día pedaleando con la familia para descubrir árboles milenarios, ermitas románicas, lagos o puentes colgantes.

El reto es tan mayúsculo como apasionante, una mezcla de esfuerzo y diversión, de entrenamientos de gran exigencia física y descubrir el patrimonio histórico, paisajístico y social de la comarca. Y es que el Berguedà ofrece montañas de ciclismo.