Un tomb per la Nou

El campesinado, la ganadería, las minas y los molinos han sido desde siempre muy ligados al pueblo de la Nou. En cada casa se podía encontrar un minero y un campesino, y las mujeres trabajando en el cultivo del campo, ayudando a las minas y cuidando los animales. Unas 15 minas estuvieron en funcionamiento en el municipio entre 1900 y 1962. Algunos de los últimos molinos, que cerraron a la vez que las minas, trabajaban desde el siglo XIV.
Un paseo por la Nou es una propuesta de caminata corta que le acercará a estos entornos y también al santuario de Lourdes, la gruta y la fuente combinando pequeños senderos y pistas forestales.

 Descripción
 La ruta se inicia en el aparcamiento público delante del local social y el ayuntamiento de la Nou. Hay que seguir la carretera abajo, hasta llegar a Cal Batlló, donde tiene la opción de seguir directamente la ruta tomando el camino asfaltado que baja por la izquierda y bajar al santuario de la Nou o bien, antes, enfilar el Tossal, la colina que tiene justo a la derecha y desde donde podrá disfrutar de unas buenas y originales vistas.

 Tanto si elige una opción como la otra después habrá que seguir la pista asfaltada hasta el Santuari de Lourdes de la Nou. Según consta, Mossèn Antoni Comellas, hijo y rector de La Nou, enfermo, fue a Lourdes en 1877; allí vivió una gran experiencia de fe. Hay volvió al año siguiente y llevó una imagen de la Virgen, que puso en una capilla hecha cerca de donde ahora es el santuario. El hecho fue muy conocido en todo el Berguedà y muchos devotos subían a visitarla: había que hacer un santuario. Las obras comenzaron en 1880 y se inauguró en 1885. La hospedería fue levantada en 1893. Para conmemorar el 75 aniversario (1960) se construyó el campanario. Es el primer santuario de la Virgen de Lourdes que se levantó en España.
 Desde aquí, por el lado de la rectoría, hay que seguir las escaleras que te bajarán hasta la gruta por unos empinados escalones (hay que tener en cuenta). Aquí, mosén Antoni Comellas, imitando los hechos de Lourdes, cambió el nombre de la pequeña fuente de San Isidro que había cerca del torrente por el de Fuente de la Virgen (1881). Aprovechando la roca, se modeló la Gruta donde se puso una imagen de la Virgen. E incluso se construyó un pequeño balneario; en los anales del santuario se narran algunas curaciones, atribuidas a la Virgen y al agua de esta fuente.

 La ruta sale por una puerta de hierro que verá al fondo y seguidamente encontrará una bifurcación que primero debe seguir primero a la derecha para acercarse al Molí del Avellanosa, una construcción en un espacio muy reducido. Ya en 1572 aparece mencionado en unos documentos de la parroquia, que podría ser en este mismo lugar. Unos metros más abajo se encuentra la edificación llamada el molino, del s. XVII, actualmente vivienda particular.

Hay que volver por el mismo camino y seguir ahora dirección el Molí de la Canal. Llegados a este punto, hay que hacer una cuidadosa observación del entorno, en dirección a la riera y a la derecha, para ver la balsa del molino, ahora llena de tierras y vegetación. Al fondo, a la izquierda, unos pequeños cerros indican lo que queda de los muros y de las vueltas del viejo molino. Encontraréis un panel donde hay un esquema dibujado que le ayudará a hacerse una idea. Son obras similares, muy probablemente de la misma época que el Molí del Avellanosa.

 Hay que seguir por un sendero hasta encontrar la carretera que viene de Vilada y seguirla hacia la izquierda. Enseguida encontrará Cal Torrent y, siguiendo por la carretera, al llegar a una marcada curva verá la fuente del salica a mano derecha. Pasada la fuente y el puente de la carretera tiene sobre el torrente, el camino sube por la derecha por un sendero que sigue el torrente de la Nou hasta llegar a Cal Patzi. Una vez aquí, hay que seguir el camino hacia la izquierda y pasará por un puente sobre el torrente y por la fuente de Cal Patzi. Es un lugar sombrío y agradable donde hacer una pausa y observar el salto de agua que hace el torrente. Reanudada la marcha para volver al punto de origen se puede hacer de dos maneras: una más suave que es siguiendo la pista que pasa por falta Lledoner y la iglesia de Sant Martí; el otro más directa es trepando os por el sendero que sube a mano derecha (siguiendo las marcas del GR 241) y que le llevará directamente al punto final de la ruta.