El Pedraforca desprende una fuerza única, un magnetismo que atrapa y no permite desembarazarse de él fácilmente. Es el Pollegó Superior (el Picacho Superior), la Tartera, la Horcadura, el color único de la montaña, Saldes y Gósol, Gresolet y los bosques y las ermitas. Es el Parque Natural del Cadí Moixeró con el Comabona, las Penyes Altes, los diferentes collados, los riscos. Los caminos y rutas que los atraviesan. El Bastareny y todos los torrentes y pozas que se derivan de él. Las minas, los dinosaurios. La gente de esta zona y su historia y leyendas. Todo tiene la atenta mirada del Pedraforca, el reflejo de la montaña mágica aparece en cada movimiento. Es un espacio único que permite vivirlo de una manera particular y original, auténtica y singular.

Una de las vías que ofrece más opciones es descubrir el Pedraforca y todo su entorno a través de las actividades deportivas, de ocio, de aventura. De entre la infinidad de recursos hay vías ferratas, barrancos, escalada, espeleología, parapente, ciclismo y un parque de aventura que se puede disfrutar en familia, en grupo o de manera individual. Es la demostración más palpable de que el Pedraforca, lejos de acaparar todas las miradas, es el elemento conductor que las aglutina. El Pedraforca o, si se quiere, el Alt Berguedà o, incluso, el Berguedà como comarca, es el lugar donde se puede disfrutar de todas estas actividades que tienen en este entorno un marco incomparable, un turismo suave en un escenario multidisciplinar.

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