Aunque quizá no fue de tanta devoción como el santuario de Queralt, el santuario de Corbera también tenía su Virgen encontrada por unos pastores en una cueva. La actual iglesia es del siglo XVII con anexos posteriores. A principios del siglo XX aún ofrecía servicio de hospedaje, con habitación y cocina para las familias que aquí se alojaban, además de la venta de objetos religiosos. Hoy, pasa la mayor parte del año cerrado y sólo se utiliza esporádicamente como casa de colonias.
Esta ruta muestra dos caminos que conectan los dos santuarios, ambos pasan por el pueblo de Espinalbet. Como se pasa por líneas de cresta y puntos altos, las vistas son excepcionales tanto hacia el sur como hacia el norte.
Descripción
Después de la visita de rigor a la iglesia de Queralt, tenéis que seguir las marcas del GR 107 que comienza en la explanada sobre la iglesia. Al cabo de tres minutos pasaréis por la fuente del Bou, que debe su nombre a la simpática cabeza de buey que da forma a la fuente. Poco después, el camino se desvía a la derecha para tomar el antiguo camino de Espinalbet. Si miráis con atención, podréis ver las paredes hechas para aguantar el camino y evitar su erosión. Antes de cruzar la cresta y perder de vista Queralt, encontraréis un mirador natural que ofrece una interesante perspectiva del santuario y de sus bosques.
El camino flanquea la cara norte y de pronto comienza a perder altura. Parece que en algún momento el camino original se perdió porque más adelante habrá que volver a subir para recuperar la altura perdida. Al arribar abajo, justo antes de girar a la izquierda para subir el camino del Ròssec, mirad entre los árboles a vuestra izquierda. Veréis unas paredes medio en ruinas que enmarcan unos pequeños planos de forma semicircular: son plazas carboneras. Si miráis a la derecha, veréis que las formas se repiten aunque quizá de manera menos clara. Hay libros que describen cómo se hacía el carbón y cómo era la vida de los carboneros. En la bibliografía encontraréis un par de ellos. El carbón vegetal era un producto básico en las casas antes de que se generalizase el uso del carbón mineral, un ojo avezado aún puede las plazas en lugares de sombra, aprovechando lechos de torrentes y pliegues en el terreno.
El camino entra en la moderna urbanización de Espinalbet, cruza la carretera de los Rasos de Peguera y vuelve a tomar el camino antiguo hacia la iglesia. La iglesia no tiene nada destacable pero detrás de ella se un plano elevado y unas paredes perimetrales donde tuvo su castillo Guillem de Berguedà, uno de los grandes trovadores catalanes que escribió bellos versos de amor, pero también duras sátiras de sus contemporáneos, hecho que le hizo ganarse muchas enemistades y que finalmente fue la causa de su muerte.
Si en lugar de girar a la derecha hacia la iglesia bajáis un poco por la carretera hacia la izquierda, llegaréis a la fuente. Su agua es muy apreciada y es habitual ver gente cargando el coche de garrafas. Si preferís no subir a Corbera, podéis continuar por esta carretera que después se convierte en pista de tierra, siguiendo las marcas blancas, y llegaréis al cabo de un cuarto de hora al restaurante Els Roures, donde podréis reponer fuerzas y continuar la ruta hacia el Portet.
Para los que continuéis hacia Corbera, desde la iglesia de Espinalbet el camino sube en dirección norte, buscando una vía entre las rocas. En el tramo inicial del camino aún se pueden ver las piedras clavadas de lado para evitar que el paso de animales y personas erosionasen el camino. Cuando salgáis al prado que se encuentra debajo del santuario, el camino sigue la pista hacia el este. Justo antes de entroncar con la pista de Corbera hacia el puerto del Oreller, se ve la fuente de Corbera a pie de camino. Después de descansar y disfrutar de las vistas desde Corbera, la bajada la haréis siguiendo las marcas amarillas y blancas del PRC-73.
Desde el prado situado debajo de Corbera, la ruta baja hacia el oeste por un estrecho camino que desemboca en una pista de nueva construcción. Aquí hay que ir con cuidado, ya que al cabo de poco tiempo la ruta deja la pista para bajar por un sendero hacia la izquierda. A partir de aquí el camino baja por caminos y pistas, cruzando campos y bosques hasta llegar a Els Roures. El siguiente objetivo ya lo tenéis a la vista: la collada Gran, una amplia grieta abierta en la sierra de Queralt.
Después de pasar la collada Gran, veréis la casa del Portet debajo, protegida de los vientos del norte. Vale la pena sentarse un momento en los campos de encima de la casa y contemplar la vista. Junto a la casa hay una fuente. Aunque en la casa no vive nadie, está arreglada y tiene propietario: respetadla.
Aquí el camino gira hacia el este para buscar la línea de cresta. Hay dos miradores especialmente acondicionados como tales, aunque en todo el recorrido hasta Queralt hay múltiples oportunidades para contemplar panorámicas tanto del norte como del sur. Es una auténtica delicia para la vista.
Número de ruta: 12
Población: Berga
Tipo: Fácil
Zona: Serra de Queralt
Punto de inicio: Santuari de Queralt.
Punto de final: Santuari de Queralt.
Distancia: 12 Km.
Tiempo aproximado: 4 h.
Altitud maxima: 1428 m.
Desnivel acumulado: 775 m.
Señalización: Marques vermelles i blanques (GR 107) de Queralt a Corbera; marques grogues i blanques de Corbera a Queralt (PRC-73).
Cartografia: 5-Berga. 1:25.000 Institut Cartogràfic i Geològic de Catalunya Rasos de Peguera - Serra d’Ensija 1:25.000. Ed. Alpina
Recomendaciones: Al camí de Queralt cap a Espinalbet i al camí del Portet cap a Queralt hi ha alguns punts que poden resultar incòmodes per a les persones que pateixen vertigen.
Bibliografia: Inventari de Patrimoni: patrimonicultural.diba.cat A peu per camins de Càtars al Pirineu català de M. Subirana i R. López-Monné. Arola editors
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