Un vistazo a los Cingles de Vallcebre

 El proyecto ruta minera -que agrupa losmunicipios de Saldes, Guardiola de Berguedà, Vallcebre, Cercs i Fígols -aglutina un esfuerzo por restaurar una zona muy castigada por la minería del carbón, sobre todo las explotaciones a cielo abierto. Pero todo esto apenas se ve en la ruta que se propone aquí. En un itinerario que recorre los Cingles de Vallcebre por debajo de ida y por arriba de vuelta, predominan las grandes vistas y un amplio muestrario del pasado de la comarca.

Descripción

Emprendemos la carretera hacia el norte. Primero, pasamos por un paisaje roto, producido por la erosión de la tierra blanda, pero cubierto por una vegetación variada. Una zona más pelada a la derecha indica una antigua explotación a cielo abierto. Al acercarnos a la Torre de Foix, una masía construida alrededor de una torre de vigilancia medieval, y su iglesia románica, el paisaje se suaviza y vemos los antiguos campos de cultivo, hoy prados. La carretera inicia un descenso, alternando campos y bosque, pero siempre con la pared rocosa de Vallcebre a la izquierda. Al final, a la derecha, vemos las casas de Cal Clotet y Cal Janola, hoy centro ecuestre. A la izquierda, vemos un canal de agua. Lleva agua desde la Foradada durante varios kilómetros hasta hacerla caer por un tubo frente al túnel de Guardiola para hacer electricidad. Al llegar a la carretera de Saldes, giramos a la derecha y, poco después, por una pista a la izquierda.

 La pista pasa por delante de Cal Griera. La casa delante es nueva, las ruinas de la casa antigua se ven detrás. La pista continúa hasta un puente, donde sube por la izquierda hasta el Molí de Bosoms. Antes era uno de los grandes molinos de la comarca pero ahora quedan pocas ruinas. Con un poco de esfuerzo, se ve el agujero por donde salía el agua en la fachada sur. Encima de la casa, aún se ve la forma de la balsa, que almacenaba el agua traída por un canal desde el torrente. El camino sube por los antiguos campos de cultivo y luego llanea. Cruza un claro y toma un antiguo camino de carboneros. Aún se ven unas zonas llanas semicirculares que eran las plazas carboneras y, en la tierra, trocitos de carbón vegetal. En cierto momento, el camino pasa al lado de unas rocas. En esas rocas, crece una reliquia de la era glaciar, la Ramonda u "Orella d'Os" en catalán. ¡No la cojáis! Es una planta protegida. Con sus características hojas y una flor violeta y amarilla en junio, le gusta crecer sobre rocas húmedas y frías en zonas de sombra.

El camino, ahora de factura nueva, se abre paso bajo la carretera. Volvemos a ver abajo el mismo canal que vimos en la carretera de El Jou, ahora cerca de su inicio. El camino sale a la carretera. En la roca, se ve un surtidor de agua donde podéis rellenar las cantimploras. En época de lluvias, el torrente de la Foradada es bastante espectacular, con cascadas entre las rocas. Un camino sube por el lado derecho del torrente hasta llegar al puente que se ve desde la carretera. Desde el puente, mirando hacia Vallcebre, se ve una estructura muy curiosa. Es un molino construido para aprovechar un pequeño hueco en las rocas. El canal que trae agua a la balsa corre sobre el muro hasta la balsa que está detrás. El agua luego entraba en el interior del molino y salía por la gran abertura en el muro. Antes de cruzar el puente, baja un camino que permite inspeccionarlo más de cerca.

La ruta inicia el ascenso, bordeando el precipicio. Poco a poco las vistas se van abriendo, sobre todo detrás, hacia Pedraforca. Entramos en una zona de campos y luego una amplia pista que nos lleva al Grau de Sant Climent. Cerca del Grau, sale un camino señalizado a la izquierda que nos permite bajar con gran facilidad a la casa de Soldevila y luego a la carretera del Jou, frente a la Torre de Foix. Nuestro camino continúa bordeando el precipicio. Las vistas del valle del Llobregat y hacia el norte, a Puigllançada, son espectaculares. Entramos en el nacimiento de una pista e iniciamos un suave ascenso hacia la casa de Cal Menut. Al dejar la pista, entramos en una zona de hundimientos kársticos, fisuras en el suelo causadas por las corrientes de agua subterránea. Pasad con precaución. Vemos una cruz, es un pequeño monumento construido en memoria de un piloto muerto cuando cayó su avioneta.

Poco antes de llegar a Cal Menut, las marcas nos llevan hacia la izquierda al Grau del Jou. Era uno de los pasos que permitían franquear la pared rocosa, pero sólo apto para ir a pie. Se han habilitado unas cadenas que podéis coger para asegurar el paso. Aparte de lo estrecho, no presenta ninguna dificultad especial. Abajo está la pista que nos llevará de vuelta al Hotel.

 Observaciones  

Si no queréis bajar el Grau del Jou, podéis bajar por el Grau de Sant Climent y volver por la carretera. También podéis hacer una ruta más corta pero igualmente espectacular subiendo el Grau del Jou y bajando el Grau de Sant Climent.

Precauciones

Cuidado con los hundimientos kársticos cerca de Cal Menut. Algunos se han llenado con paletas de madera y otros restos de obras pero conviene no acercarse demasiado. Las personas que sufren de vértigo pueden sentirse incómodas en algunos tramos más expuestos, sobre todo entre Cal Menut y el Grau de Sant Climent. Cuidado con los coches en los tramos de carretera, sobre todo en la carretera de Saldes. Suele estar bastante transitada los fines de semana.