1 . Mantén conversaciones con la gente que vive en el territorio, el intercambio te enriquecerá.

Goza de una buena conversación con un pastor que encuentres haciendo un itinerario, con el guía que te acompaña o con la persona que regenta el alojamiento donde duermes o el restaurante donde has comido. Son momentos únicos que te ayudarán a entender mejor la realidad del territorio que has visitado.

2. Vive las tradiciones, las fiestas y las ferias locales, son un patrimonio cultural inmaterial en riguroso directo.

Si coincide con los días de tu estancia, no dudes en asistir a ferias, fiestas u otros eventos tradicionales que se estén celebrando en el territorio. Conocerás las tradiciones, sentirás la cultura, te emocionarás con la población local.

3. Déjate acompañar por un guía local, aprenderás y disfrutarás mucho más y te aportará seguridad y tranquilidad.

Son muchas las razones por las que vale la pena pagar por un guía profesional que, además, esté vinculado al territorio. Te lo pasarás muy bien, descubrirás curiosidades que te pasarían desapercibidas si fueras solo y te aportará seguridad para moverte por la montaña con toda la tranquilidad.

4. Prueba la gastronomía y los productos locales, y acércate a los establecimientos donde se producen.

En los restaurantes a donde vayas, elige y disfruta de los platos cocinados con productos locales (guisos, sopas, carnes, vinos, postres, etc.). Además de ser km 0, con todo lo que ello conlleva, están buenísimos. Después, visita los establecimientos donde se producen (granjas, queserías, bodegas, obradores, etc.) y así en conocerás el origen.

5. Visita los centros de interpretación del territorio y la naturaleza, los museos y otros equipamientos similares.

Son espacios idóneos para informarse sobre itinerarios, actividades guiadas, horarios y lugares a visitar. Pero, sobre todo, son equipamientos donde hacer una primera inmersión en el territorio y empezar a conocer los elementos más relevantes del patrimonio natural y cultural. No los pases por alto, te sorprenderán.

6. Disfruta, con respeto, de la fauna, la flora y el patrimonio geológico, y haz lo mismo con el ganado de montaña.

Cuando estés en la montaña, sigue los caminos señalizados y respeta los animales que viven aquí, tanto el ganado doméstico como la fauna salvaje, evitando molestarlos y asustarlos. Respetar el medio también significa dejar todo lo que ves y que te gusta: rocas, fósiles, flores, plantas u otros elementos naturales.

7. Utiliza poco el vehículo privado y, al terminar el viaje, compensa tu huella.

Si existe la opción, valora el llegar a tu destino con transporte público. En caso de que no, una vez estés en el territorio que visitarás, prioriza los desplazamientos a pie, en bicicleta, a caballo ... o con transporte público o colectivo. Una vez en casa, compensa las emisiones de CO2 que ha producido tu vehículo privado durante el viaje (existen varias webs donde hacerlo ).

8. Minimiza tu consumo de recursos, y deja el medio tal como te gustaría encontrártelo.

En el alojamiento donde duermas, consume agua y electricidad de manera responsable, reutilizando, por ejemplo, las toallas o apagando las luces cuando no sean necesarios. Una vez en la montaña, llévate todos los desechos que generes y, incluso, recoge aquellos que hayan dejado otras personas incívicas.

9. Elige empresas certificadas por su compromiso con el entorno, y utiliza establecimientos locales para alojarte.

Como consumidor, tienes un gran poder con tus decisiones. Siempre que puedas, opta por empresas que dispongan de alguna certificación ambiental (como el Distintivo de Calidad Ambiental o la Carta Europea de Turismo Sostenible). Y, en cualquier caso, elige alojamientos y restaurantes regentados por la población local.

10. Retorna a la naturaleza y al territorio una parte de la felicidad que te han aportado durante la estancia.

Cuando disfrutamos, somos agradecidos. Si tu estancia te ha regalado ratos de felicidad, ayuda a mejorar el territorio que has visitado. Pregunta a guías, en los alojamientos o en los centros de visitantes por iniciativas o entidades locales que trabajan para conservar o recuperar el patrimonio natural y cultural. Colabora, aporta tu grano de arena.